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REDESCUBIERTO EN 2016

Atelopus ignescens

Esta pequeña rana endémica de Ecuador fue muy común hasta la década de 1980, contándose por millares cerca de los arroyos, charcas y lagunas. Habitaba a lo largo de los bosques montanos, páramos, valles interandinos y en las zonas altas de las principales cordilleras de Los Andes ecuatorianos, desde la provincia de Imbabura, al norte, hasta las provincias de Chimborazo y Bolívar, al sur. También solía encontrarse en áreas urbanas periféricas de ciudades como Latacunga y Quito. A este anuro se le consideraba parte importante de poblados y zonas rurales y los lugareños lo identificaban con agrado como una presencia cotidiana. El tamaño promedio del macho está en casi los 3,8 cm de longitud, y la hembra, levemente mayor, alcanza los 4,25 cm. La especie está dotada de una serie de características que la hacen llamativa y exótica: su cuerpo robusto presenta una coloración negra azabache…

Incilius periglenes

Este anfibio anuro era originario de los bosques húmedos tropicales de la Reserva Biológica del Bosque Nuboso de Monteverde, en Costa Rica, en una pequeña región de menos de 10 km² que justifica su segundo nombre: sapo de Monteverde. Poco más de dos décadas hay de diferencia entre su descubrimiento en 1966 por el herpetólogo Jay Savage y el último avistamiento de un macho solitario acreditado por la ecologista y herpetóloga Martha Crump, en 1989. Un proceso de desaparición tan brusco que queda patente en los documentos de seguimiento donde se indica que de los 1.500 sapos registrados en 1987, sólo cinco se contabilizaron en 1988 y un único ejemplar en 1989. Los datos climatológicos recogidos en la zona en 1987 detectan un aumento del calentamiento de las aguas así como un bajo nivel de precipitaciones, lo que produciría la desecación de los huevos…

Pachnodus velutinus

Era una de las especies de caracoles terrestres endémicos de las Islas Seychelles. Una característica trascendental de este caracol fue su incapacidad para someterse a la estivación, un estado fisiológico que se da con más frecuencia en especies animales tropicales y que consiste en el letargo, inactividad o torpor que se produce por un descenso en la actividad metabólica y como respuesta a las condiciones extremas y periódicas acaecidas durante el verano o estación seca. La mayoría de especies correspondientes al género Pachnodus son capaces de formar una película entre la apertura de su concha y la superficie sobre la que descansan, evitando, de este modo, la pérdida de humedad y permitiendo que puedan sobrevivir cuando los niveles caen por debajo del 70 por ciento. Sin embargo, el Pachnodus velutinus carecía de esta capacidad y solo podía habitar los bosques altos…

Achatinella apexfulva

La mala noticia llegaba nada más estrenar el año. El 1 de enero de 2019 moría George, el último representante conocido de Achatinella apexfulva, una especie nativa de caracol arborícola de la isla hawaiana Oahu. Aunque todavía no se descarta la posibilidad de que existan otros ejemplares en la naturaleza, los datos revelan un panorama nada optimista y hasta el momento no hay signos de supervivencia de ningún otro congénere. De confirmarse la ausencia total del resto de individuos, la muerte del caracol George le llevaría a ser la primera especie extinta de 2019. Dadas las coincidencias, su nombre rinde homenaje a Lonesome George, último miembro conocido de las tortugas gigantes de la isla Pinta cuya muerte en 2012 también dio fin a toda su especie. La casualidad quiso que dos animales ajenos llevaran historias paralelas: tras una vida marcada por los programas de cría en cautividad…