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2017 Murciélago de la Isla de Navidad

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Imagen: Artimalia | Dibujo: Rafa Garabal | ©All rights reserved

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Nombre científico: Pipistrellus murrayi. Reino: Animalia. Filo: Chordata. Clase: Mammalia. Orden: Chiroptera. Familia: Vespertilionidae.

Crónica de una extinción anunciada

El murciélago de la Isla de Navidad fue bastante común en la década de los 80 y podía localizarse en toda la extensión de la isla, pero durante las décadas posteriores experimentó un acusado declive que quedó claramente registrado en el monitoreo de sus poblaciones. Esta línea descendente era una advertencia manifiesta de que, a menos que se implementaran medidas eficaces, la especie desaparecería para siempre.

«Si la tasa actual de disminución continúa, es probable que esta especie se extinga en los próximos seis meses», alertaba la experta en murciélagos Lindy Lumsden en enero de 2009, cuando se estimaba una población máxima de 20 individuos. Lumsden avisaba con acierto porque el 26 de agosto del mismo año solo se supo de la presencia de un único murciélago que acabó desaparecido en la noche, diluyéndose con él todo rastro de la especie. Las búsquedas en la isla, tan exhaustivas como infructuosas, solo pudieron atestiguar el peor de los resultados.

Demasiado tarde

Este murciélago representa uno de esos casos excepcionales en los que una extinción se acontece en la naturaleza de manera tan visible. Que su descenso fuese reciente y que estuviera fechado con datos precisos, son aspectos que conducen a una conclusión: su extinción pudo haberse prevenido.

Tras su obvia disminución poblacional, ya en 2006 era necesario revaluar el estado de conservación ya que la especie cumplía las condiciones para considerarse en Peligro Crítico (CR). Con el tiempo en su contra, 2009 se convertía en un año fatídico para los conservacionistas que lucharon por evitar su extinción, un esfuerzo en vano que chocó de frente con la torpe voluntad de las autoridades. Lejos de ofrecer soluciones activas, el Gobierno australiano estableció un comité que no hizo más que demorar la toma de cualquier decisión hasta ocho meses después de las advertencias.

La larga espera continuó hasta agosto de 2009, momento en el que L. Lumsden obtenía el permiso para capturar a los murciélagos y comenzar su cría en cautividad. Pero ya era demasiado tarde. El desenlace de esta falta de celeridad y compromiso condenó al murciélago de la Isla de Navidad a ser la primera extinción de mamíferos australianos en 50 años. Y no fue hasta ocho años después, en septiembre de 2017, cuando la UICN publicaba oficialmente su extinción.

Endemismos de la Isla de Navidad

La Isla de Navidad forma parte del territorio externo australiano. Está situada en el Océano Índico, frente a la costa de la isla indonesia de Java y a más de 2.600 kilómetros de la ciudad australiana de Perth. Su hábitat lo conforma una densa selva tropical extendida a lo largo de la isla que ofrece a sus habitantes altos niveles de humedad y temperaturas que varían poco de una estación a otra. Su naturaleza es notable y cuenta con un buen número de especies endémicas de flora y fauna, entre las que pueden destacarse los cangrejos de tierra y las aves marinas. La isla, además, recibe la visita de multitud de especies de aves migratorias.

Que la extinción de este murciélago ocurriese en esta isla remota que, además, en gran parte está protegida dentro de un Parque Nacional, pudiera parecer otro aspecto inusual de esta extinción, sin embargo, existen voces como la del ecologista J. Woinarski, que reflejan otra realidad: «La Isla de Navidad también es un punto de acceso a la extinción del siglo XXI, un lugar especial ahora irrevocablemente modificado por los asentamientos humanos».

Con la pérdida del murciélago de la isla de Navidad, puede que el último mamífero restante sea una subespecie endémica conocida como zorro volador de la Isla de Navidad (Pteropus melanotus natalis), cuya población se encuentra actualmente en Peligro Crítico debido al desmonte de tierras y las especies introducidas. Dos especies de ratas nativas también engrosan la lista de mamíferos extintos en la isla: la rata de Maclear (Rattus maclean) y la rata bulldog (Rattus nativitatis); y es probable que la musaraña de la Isla de Navidad (Crocidura trichura) también esté extinta al no haber mostrado signos de supervivencia desde mediados de los 80.

Sobre el pequeño murciélago

Aunque pueden encontrarse otras visiones, la opinión más aceptada es que esta especie representa un taxón endémico en la Isla de Navidad. Una serie de características, asociadas a su color y tamaño, valieron al Pipistrellus murrayi para separarse del resto de especies relacionadas y ocupar su propio taxón. Recordemos la importancia de la correcta identificación y clasificación de especies porque de ello dependen los posibles planes de conservación.

Insectívoro y de hábitos nocturnos, este murciélago presentaba unas dimensiones reducidas que fácilmente podía caber en la palma de una mano. Las hembras de la especie se reunían en colonias que sumaban decenas, mientras que los machos preferían una existencia más solitaria. Sus sitios de descanso predilectos se encontraban en los árboles, en la oquedad formada por partes secas de la corteza o debajo de las hojas marchitas de las palmeras muertas.

Varias causas y muchas conjeturas

Las causas de la disminución y pérdida del murciélago no están claras. Según la UICN, su extinción pudo venir provocada por una combinación de factores: una mayor depredación por parte de especies introducidas, la acción invasora de la hormiga zancona u hormiga loca amarilla (Anoplolepis gracilipes) que pudo impactar en su hábitat y en los invertebrados de los que se alimentaba, o posiblemente una enfermedad desconocida. Algunas de estas razones fueron cuestionadas dado que no parece que hubiera indicios claros de escasez de presas ni tampoco se encontraron señales de que los murciélagos hubieran sufrido algún tipo de afección.

Otra amenaza potencial sugerida es la perturbación de sus lugares de descanso. También se planteó un ciclón ocasional como posible amenaza, pero después de haber sobrevivido a estas tormentas durante cientos de miles de años, es improbable que su repentina disminución pueda atribuirse a uno, o incluso, a varios fenómenos meteorológicos extremos.

Uno de los problemas de no comprenderse las causas exactas de una extinción es que obstaculiza el aprendizaje para diseñar nuevas medidas de protección de las que dependen otras especies.

Unos minutos de reflexión

La extinción del murciélago de la Isla de Navidad…

¿Dejará lecciones para futuras acciones de conservación?, ¿se comprometerán las instituciones a tomar decisiones valientes?, ¿adquirirán la responsabilidad de actuar antes de que sea demasiado tarde?

¿Realmente importó la desaparición de un pequeño murciélago “sin” distintivos?, ¿puede que no resultase hermoso o carismático?, ¿puede que no fuera demasiado conocido?, ¿quizás no contó con la “popularidad” de otros animales en su misma situación crítica?

¿Cuál era su rol ecológico?, ¿cuál será el legado de su extinción y cómo afectará su ausencia al entorno?, ¿habrá un aumento de los insectos en la Isla de Navidad con este depredador fuera de juego?

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