Animales que se creían extintos, vol. 2
Especies redescubiertas [vol. 2]
Un perro de la selva con nombre de condimento; una culebra isleña que reivindicó su estatus como especie; un pequeño roedor raro y desprotegido; un ave no voladora de aspecto llamativo; un cerdo salvaje que se asumía como extinto desde hace miles de años y un insecto de proporciones nada convencionales… Estos son los animales que hoy sumamos a nuestra sección de especies redescubiertas, especies que en algún punto de su historia se consideraron perdidas pero que después nos sorprendieron con su reaparición.
Por desgracia, a todos estos casos les acechan serias amenazas que podrían condenarles a la extinción definitiva, por lo que requieren fuertes medidas de protección, empezando por sus hábitats. A pesar de las dificultades, y como ya dijimos en nuestro volumen 1, ojalá su regreso les ofrezca una nueva oportunidad que les permita seguir prosperando en la naturaleza.
Foto: Petr Kratochvil. Fuente: Public Domain Pictures
Nombre científico: Speothos venaticus
Reino: Animalia. Filo: Chordata. Clase: Mammalia. Orden: Carnivora. Familia: Canidae.
Este cánido de hábitos diurnos, carnívoro, terrestre y gregario, representa la única especie viva del género Speothos y, actualmente, se le reconocen tres subespecies. Se encuentra en un amplio rango distribuido en América Central y Sudamérica. Con frecuencia se encuentra en el interior de bosques primarios de tierra firme, pero casi siempre cerca del agua, como pequeños riachuelos, por lo que está adaptado a un estilo de vida semiacuática. Es un excelente nadador y es capaz de capturar presas en el agua.
Es de tamaño mediano y presenta un cuerpo bastante achaparrado, se dice que se parece más a un mustélido. Sus patas son cortas y su cola corta y tupida. La cabeza y el hocico también son cortos, con las orejas redondeadas. Los pies son palmeados.
Viven en parejas o pequeños grupos. Se le considera la especie más sociable dentro de los pequeños cánidos, pudiendo formar grupos de hasta 12 individuos. Pueden cazar solos, pero cuando la presa es de mayor tamaño lo hacen de forma colectiva, permaneciendo en continuo contacto acústico con los otros componentes del grupo y produciendo una gran variedad de llamadas, posiblemente porque la comunicación visual es difícil en el bosque. Su voz suena como un ligero murmullo. Hasta ahora no se les ha visto buscando ganado en zonas intervenidas. Para dormir ocupa madrigueras abandonadas de otras especies. Son buenos excavadores y se ha observado que pueden cavar un metro en 30 minutos.
Etimología y otros nombres comunes › Su nombre científico se traduce como «chacal de cueva», haciendo referencia a su costumbre de vivir en huecos del suelo. Por otro lado, la especie cuenta con un largo listado de nombre comunes: perro selvático, perro venadero, perro de agua, perro de monte, perro vinagre, perro grullero y zorro picoto. También recibe el nombre de zorro vinagre, a pesar de su remoto parecido con los zorros. El nombre hace alusión a que algunas opiniones consideran que el olor que desprende su orina para marcar el territorio es muy similar al del vinagre.
Fue descrito por primera vez en 1842 a partir de fósiles en cuevas brasileñas y durante un periodo se le creyó extinto.
Se distribuye en Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil, Argentina y Guyanas. En Ecuador habita en la Costa norte, Amazonía y estribaciones de los Andes. En 2016 fue descubierto también en Costa Rica a través de cámaras trampa, su presencia allí amplio el rango y las características de las áreas donde suele encontrarse. Sin embargo, a pesar de su extenso rango, es muy raro en la mayoría de las áreas.
Como muchas otras especies, el perro de la selva está supeditado a las condiciones de su entorno y a la disponibilidad de presas. Es muy sensible a la intervención del hábitat, afectado sobre todo por la extensa deforestación y la presencia humana. Esta retracción de su área junto a la caza parecen ser amenazas serias para la supervivencia de la especie.
No se tienen datos firmes sobre la población total de la especie. Por el momento, está clasificada en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN como Casi amenazada (NT). En el Libro Rojo de los Mamíferos del Ecuador figura como Vulnerable (VU). En su distribución más meridional (Argentina) está considerado en Peligro Crítico (CR) dentro de las 200 ecorregiones más amenazadas del planeta y también a escala nacional.
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Fuentes de consulta: arkive.org // bioweb.bio // iucnredlist.org // news.co.cr
Foto: Cortesía del Dr. ©Juan Esteban Martínez-Gómez
Nombre científico: Hypsiglena unaocularus
Reino: Animalia. Filo: Chordata. Clase: Sauropsida. Orden: Squamata. Familia: Colubridae.
NOTA DE ARTIMALIA › A continuación encontraréis la historia del reencuentro con esta culebra mexicana contada de primera mano por el líder de la expedición que, casi ocho décadas después de su descubrimiento, consiguió localizarla de nuevo en su isla natal. Nuestro agradecimiento a Juan Esteban Martínez-Gómez del Instituto de Ecología A.C.
Es endémica de la isla Clarión, en el Archipiélago de Revillagigedo (México) y se localiza en sitios donde hay promontorios de roca volcánica. Esta culebra nocturna de 40-45 cm de largo, no es venenosa y se alimenta de insectos y lagartijas.
En mayo de 1936, William Beebe, visitó la isla Clarión. En una caminata nocturna para observar a las tortugas marinas que anidan en la isla, observó y colectó un ejemplar de una culebra distinta a la que había observado en el día. A su regreso depositó el espécimen en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. En 1944, Wilmer Tanner la describió como una subespecie endémica de Isla Clarión (Hypsiglena ochrorhyncha unaocularus), con afinidad a la que habita la región de Los Cabos en Baja California. En 1953, Bayard Brattstrom llegó a la isla Clarión, pero no pudo encontrarla. Brattstrom consideró que el registro de Beebe era erróneo y la culebra fue borrada de la lista de especies de reptiles que hay en el mundo.
Daniel Mulcahy, un investigador del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano, experto en culebras nocturnas, contactó con Juan Martínez, conocedor de las islas Revillagigedo e investigador del Instituto de Ecología A.C. Tras revisar el espécimen y las notas de Beebe, se convencieron de la existencia de la culebra nocturna de la isla Clarión.
Martínez organizó la búsqueda del reptil en la isla Clarión para mayo de 2013 con el propósito de hallar condiciones ambientales y ecológicas similares a las que Beebe encontró. Martínez y Mulcahy sumaron al equipo de búsqueda a Gustavo Aguirre y Juan Cervantes. La primera noche que el equipo estuvo en la isla recreó las actividades de Bebe ese día y, caída la noche, después de buscarla por casi una hora encontraron a la culebra nocturna de Clarión prácticamente en el mismo lugar donde lo hizo Beebe.
Los análisis de ADN revelaron que la Culebra Nocturna de Clarión no está emparentada con la especie de la región de Los Cabos. Se confirmó que es una especie diferente que está relacionada con las culebras nocturnas que habitan Sonora y la isla Santa Catalina, a más de 800 kilómetros de distancia del archipiélago de Revillagigedo.
El desconocimiento de su existencia fue la principal amenaza hasta su redescubrimiento. Actualmente, las amenazas que enfrenta son los impactos directos o indirectos que pudieran ocasionar los vertebrados introducidos en la isla. La destrucción de su hábitat rocoso para construir infraestructura representa otra amenaza.
Probablemente existe población pequeña pero estable, con varios demes asociados a cada promontorio rocoso. Aunque su clasificación exacta está en proceso, se puede inferir que su población es más pequeña que la de la culebra chirrionera de Clarión (Masticophis anthony) y, por tanto, es muy probable que sea incluida en la lista de especies en peligro, dado su limitado hábitat y el reducido número de ejemplares.
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Bibliografía
Beebe CW (1938) Zaca Venture. New York: Harcourt, Brace and Co. Inc. 308 p.
Brattstrom BH (1955) Notes on the herpetology of the Revillagigedo Islands, México. Am Midl Nat 54: 219–229.
Brattstrom BH (1990) Biogeography of the Islas Revillagigedo, México. J Biogeogr 17: 177–183.
Mulcahy DG, Martínez-Gómez JE, Aguirre-León G, Cervantes-Pasqualli JA, Zug GR (2014). Rediscovery of an Endemic Vertebrate from the Remote Islas Revillagigedo in the Eastern Pacific Ocean: The Clarión Nightsnake Lost and Found. PloS One 9, e97682.
Tanner WW (1946) A taxonomic study of the genus Hypsiglena. Great Basin Nat 5: 25–92 [impreso en 1944].
Foto: Factcatdog. Fecha: 23 abril 2017. Fuente: Wikimedia Commons
Nombre científico: Microtus bavaricus
Reino: Animalia. Filo: Chordata. Clase: Mammalia. Orden: Rodentia. Familia: Cricetidae.
Este mamífero roedor, muy raro, es una especie nativa de los Alpes del noroeste y originariamente residía en una zona de prados alpinos. Está estrechamente emparentado con el topillo de Liechtenstein (Microtus liechtensteini) con el que podría confundirse, pero la realidad genética confirma que se trata de dos especies distintas. Presenta fases de actividad tanto diurnas como nocturnas y cava pasajes subterráneos poco profundos. Se alimenta principalmente de raíces y hierbas.
Anteriormente solo se le conocía a partir de una pequeña zona de distribución en la zona fronteriza de Baviera y Tirol con evidencias en el distrito de Garmisch-Partenkirchen, Baviera (Alemania), donde tuvo lugar el último registro en 1962. Años después, en 1986, se le consideró extinto hasta que en 2000 se descubrió una nueva población en Tirol del Norte (Austria) en un bosque mixto abierto con abundantes arroyos. En 2004 se confirmó la todavía supervivencia de esta micropoblación que se localiza en zonas entre 730 y 1.100 metros de altitud. Austria tiene ahora una gran responsabilidad en este sentido, dado que los amplios estudios realizados concluyen que es muy poco probable que pueda encontrarse en otros lugares.
Esta especie está restringida a un único lugar y su población se encuentra severamente fragmentada. Su amenaza más grave es la pérdida del hábitat. Tras una búsqueda infructuosa, las poblaciones de Alemania se dan por extintas o desaparecidas, sobre todo porque ya no queda nada original de sus dos antiguas ubicaciones conocidas: una como resultado de la construcción de urbanizaciones y, la otra, debido a la deforestación y la sustitución de la vegetación natural por pasto fertilizado.
Sus enemigos naturales son otros ratones de campo con los que entra en competencia, y depredadores como zorros y aves rapaces.
La tendencia actual de su población es decreciente. Está clasificado Extinto en Alemania (EX), de forma regional. En 2002 la lista roja de la UICN evaluaba la especie con Datos Insuficientes (DD) y en 2008 pasaba a la lista de las especies en Peligro Crítico (CR). Aunque la especie está legalmente protegida desde 2006 por la ley provincial de Tirol, no existe en la actualidad ninguna legislación a nivel nacional ni europeo. Y un dato importante: la zona actual de ubicación tampoco está protegida.
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Fuentes de consulta: iucnredlist.org // kleinsaeuger.at // wikipedia.org
Foto: rghenry. Adaptación y licencia de uso: artimalia.org ©Todos los derechos reservados
Nombre científico: Porphyrio hochstetteri
Reino: Animalia. Filo: Chordata. Clase: Aves. Orden: Gruiformes. Familia: Rallidae.
El takahe de la Isla Sur es endémico de Nueva Zelanda y es el representante vivo más grande de la familia Rallidae. Es un ave sedentaria y territorial que prefiere las áreas de pastizales con arbustos dispersos que utilizan como refugio, aunque también pasan algún tiempo en zonas boscosas. Con un aspecto llamativo, está dotado de alas pequeñas y un cuerpo grande y rechoncho. Debido a esta morfología es un ave no voladora que se desplaza con un caminar lento, sin embargo, sus patas robustas le convierten en un gran corredor. Mide alrededor de los 50 cm y los machos adultos pueden alcanzar los 3,5 kg. Se alimenta de hierba, brotes e insectos, pero sobre todo de las hojas de Chionochloa y otras especies de hierba alpina. Su plumaje luce un azul profundo en la cabeza, el cuello y en las partes inferiores; sus alas y espalda son de color verde y terminan en una falda blanca. El gran pico cónico es rojo brillante y se extiende por la frente como un escudo frontal.
Algunas especies similares son el Möho o takahe de la Isla Norte, Porphyrio mantelli, una especie extinta que solo se conoce por restos óseos; y con el calamón Pukeko, Porphyrio melanotus, que, a diferencia del takahe, puede volar. Son más pequeños y delgados, con patas relativamente más largas. Sus alas y espalda son de color negro.
Hay dos periodos significativos en los que sus poblaciones se vieron considerablemente reducidas. El primer periodo es anterior a la colonización europea y su declive parece responder a variaciones ambientales, como cambios climáticos que contribuyeron a la reducción de su hábitat. El segundo, está estrechamente relacionado con la llegada en el siglo XIX de los asentamientos europeos que casi consiguen aniquilarlos debido a la caza excesiva, sin olvidar la introducción de especies no autóctonas que trajo dos consecuencias importantes: por un lado, la competencia severa por la alimentación, como la presencia del ciervo rojo; y por otro, la depredación ocasionada por animales como los armiños.
Se pensó que se había extinguido después de los últimos cuatro especímenes conocidos en agosto de 1898. Cincuenta años después, el 20 de noviembre de 1948, la especie era redescubierta en la Isla Sur, en las Montañas Murchison de Nueva Zelanda. Históricamente, el takahe estuvo presente en toda la isla, pero por varias razones dejó de encontrarse, lo que llevó a pensar que muchos habían sido aniquilados. Hasta la década de 1980, los takahe fueron confinados en la naturaleza en las Montañas Murchison, lugar en el que se produjo el reencuentro y donde todavía persisten. Desde entonces, pequeños números también se han trasladado con éxito a siete islas costeras libres de predadores y varios sitios continentales.
Las amenazas modernas siguen incluyendo la depredación y la competencia por los nutrientes surgida con las especies que fueron introducidas por los europeos. La lista roja de la UICN clasifica al takahe de la Isla Sur dentro de las especies Amenazadas (EN). Actualmente existen programas de reproducción en cautiverio y poblaciones libres en reservas naturales en la Isla Norte y Sur y en varias islas cercanas. A partir de 1984, las aves criadas en cautiverio se utilizaron para establecer colonias reproductoras en islas costeras libres de depredadores y reservas continentales.
Dado que la especie se reproduce lentamente, tardando varios años en alcanzar a la madurez, la pérdida de variación genética es un problema importante y los esfuerzos de recuperación se ven obstaculizados por la baja fertilidad de las aves restantes. Como dato numérico, en octubre de 2017 se contabilizaron 347 takahe, 41 ejemplares más que el año anterior.
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Fuentes de consulta: nzbirdsonline.org.nz // wikipedia.org
Foto: ArtushFoto. Adaptación y licencia de uso: artimalia.org ©Todos los derechos reservados
Nombre científico: Catagonus wagneri
Reino: Animalia. Filo: Chordata. Clase: Mammalia. Orden: Artiodactyla. Familia: Tayassuidae.
Este cerdo salvaje no es endémico de una zona exclusiva, pero sí presenta una distribución limitada en la árida región del Gran Chaco, que incluye el sureste de Bolivia, el centro-norte de Argentina y el oeste de Paraguay, en este último se le conocen como Tagua. Se distingue por sus orejas y hocico, más grandes que las de otras especies, por eso también se llama jabalí solitario u orejudo.
Es una especie territorial que se muestra desconfiada con los humanos. Viven en comunidad, pero últimamente es raro encontrar grupos de más de seis individuos. Cohabita con las otras dos especies de pecaríes, Tayassu pecari y Pecari tajacu, aunque apunta ser menos abundante y más susceptible a las alteraciones de la acción humana. Son animales diurnos y están adaptados, por naturaleza, al calor abrasador del Gran Chaco y a su vegetación dura y espinosa. Se alimenta principalmente de cactáceas, frutos de leguminosas, hojas y raíces. También ingiere tierra que le aportan sales a su dieta.
Se tenía constancia de su existencia desde 1930 por unos fósiles hallados en un punto arqueológico de Santiago del Estero (Argentina) y desde hacía miles de años se había asumido que era una especie extinta. En torno a 1972, un grupo de exploradores se adentraron en las remotas regiones del Gran Chaco y pudieron atestiguar, sorprendentemente, la supervivencia de este pecarí.
De nuevo, el denominador común de la gran mayoría de especies en peligro: la fuerte pérdida del hábitat. La presencia de este animal, además, está asociada a los bosques nativos por lo que la deforestación intensiva pone en serio peligro su continuidad como especie. Durante la última década, la tasa de deforestación del Chaco ha sido una de las más grandes del mundo debido, sobre todo, a las actividades humanas encabezadas por la expansión de la producción ganadera para atender la demanda global de carne de vacuno, y a la expansión de productos agrícolas como la soja. Todo esto tiene como resultado una alarmante conversión de las superficies naturales: la transformación completa de los ecosistemas, la reducción drástica de la cobertura de especies naturales y el alto grado de fragmentación de los ambientes disponibles.
Y otra causa, también recurrente, es la caza excesiva, tanto deportiva como de subsistencia. Sus efectos podrían agravar seriamente su situación poblacional. A pesar de la normativa, el pecarí chaqueño sigue siendo presa de cacería allí donde ocurra, sin atender si se practica en parques nacionales o en áreas de reserva. Con menos impacto, y aunque en comparación sea menos valiosa que la de otras especies de pecaríes, también se le da caza por su piel para fines comerciales.
Cuenta con poblaciones cada vez más reducidas y diseminadas, por lo que su tendencia es decreciente y engrosa la lista de las especies amenazadas (EN) de la IUCN. El 6 de junio de 1996 fue declarado monumento natural provincial por la provincia del Chaco en Argentina, aunque no parece que estos ‘reconocimientos’ sirvan de mucho. En 2002 se estimó una población de 3.200 individuos viviendo en la naturaleza, pero eso fue antes de la deforestación masiva de la región para la soja y la ganadería que dio comienzo en 2003.
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Fuentes de consulta: iucnredlist.org // researchgate.net // wikipedia.org
Foto: Granitehighs. Fecha: 10 junio 2011. Fuente: Wikimedia Commons
Nombre científico: Dryococelus australis
Reino: Animalia. Filo: Arthropoda. Clase: Insecta. Orden: Phasmatodea. Familia: Phasmatidae.
Por su nombre es fácil adivinar dónde estaban localizados estos insectos, Lord Howe es una pequeña isla volcánica situada en el mar de Tasmania, Australia. También se le conoce como ‘langosta terrestre’ o ‘langosta de suelo’ y, por su escasez, se le considera ‘el insecto más raro del mundo’. Su cuerpo es alargado y de gran tamaño; las hembras adultas alcanzan más de 15 cm de longitud y pueden pesar hasta 25 g, mientras que los machos, ligeramente más pequeños, se caracterizan por sus patas traseras fuertes, curvadas y espinosas. A diferencia de muchos Phasmatodea, no tienen alas y, por tanto, son incapaces de volar, sin embargo pueden correr muy rápido. Se refugia durante el día en las oquedades de los árboles y por la noche se muestra activo y aprovecha para alimentarse. Es un insecto de extrañas costumbres, el macho sigue a la hembra y sus actividades dependen de lo que ella esté haciendo. Duermen juntos, y tres patas del macho abrazan a la hembra.
En tiempos, fue abundante en la Isla Lord Howe, donde eran usados como cebo para la pesca. Se le considera extinto en su hábitat original desde la década de 1930 como consecuencia de la llegada del barco Makambo que, en junio de 1918, encalló en la costa de la isla y quedó varado durante nueve días, este incidente permitió a las ratas negras, Rattus rattus, que iban de pasajeras en el buque, desembarcar en la isla y encontrarse con un lugar favorable para prosperar. La introducción accidental de las ratas provocó la crisis de algunas especies autóctonas debido a la depredación, entre ellas el insecto palo.
En 1964, un grupo de escaladores se aventuró en la Pirámide de Ball, un islote deshabitado, boscoso y empinado, localizado en medio del océano Pacífico y situado a unos 20 km al sureste de la Isla de Lord Howe. Allí los escaladores se encontraron con varios insectos muertos muy parecidos al insecto palo que se suponía extinto, pero ninguno vivo. Fue en 2001 cuando un grupo de expertos llegó a la Pirámide de Ball para estudiar su biodiversidad y, sorpresa, redescubrió una población de insectos palo viviendo bajo un único arbusto de Melaleuca, un género de plantas propias de Australia y Oceanía. La colonia encontrada apenas sumaba 30 adultos pero arrojaba un hilo de esperanza. En 2003 se recogieron de la isla del redescubrimiento dos parejas reproductoras para su cría en cautividad con el objetivo de reintroducir la especie en su isla natural, Lord Howe. En 2008, la población mantenida en cautiverio iba incrementando y 20 de estos insectos fueron devueltos a la isla de Lord Howe, en un hábitat controlado.
Un dato a destacar es que, al igual que otros insectos, el insecto palo de la isla de Lord Howe sigue un modo reproductivo conocido como «partenogénesis»: es capaz de reproducirse sin la presencia de los machos. Esto significa que la población podría reducirse a un único insecto palo hembra y sobrevivir, y, aunque no sea la opción más deseable, podría implicar la desaparición total de los machos.
La población existente en la Pirámide de Ball se enfrenta a varias amenazas. Este lugar es particularmente inaccesible y no ofrece demasiadas áreas adecuadas de hábitat para la población restante del insecto. La única planta existente en la isla de la que toma su alimento, Melaleuca howeana, está en riesgo debido a factores ambientales y a la presencia de una vid invasora, Ipomoea cairica, que amenaza impedir el desarrollo del resto de plantas; sin embargo, esta vid no puede erradicarse en su totalidad porque ayuda a estabilizar el suelo en los afloramientos más empinados. En cuanto a la supervivencia del insecto palo en la isla de Lord Howe, la principal amenaza sigue siendo la presencia de una especie alóctona, la rata negra, aunque su número se ha reducido desde entonces.
Por otro lado, la caza furtiva de coleccionistas privados que están deseosos de incluir al insecto y sus huevos en sus colecciones particulares, también es un motivo de preocupación.
La especie está reconocida en Peligro Crítico (CR) por la Lista Roja de la UICN. La población de insectos palo que queda en la Pirámide de Ball está protegida como parte de la Lord Howe Permanent Park Preserve. El acceso a la Pirámide está restringido y controlado por la Junta de la isla de Lord Howe.
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Fuentes de consulta: lavanguardia.com // theconversation.com // wikipedia.org
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Dr. Juan Esteban Martínez-Gómez
Investigador del Instituto de Ecología A.C. del CONACyT. Especialista en especies endémicas y en peligro de extinción en islas oceánicas y biogeográficas. Posee una amplia experiencia de trabajo en el Archipiélago de Revillagigedo (México) y ha trabajado con especies endémicas en peligro de extinción, algunas de ellas muy raras y difíciles de detectar.
Amaya Oyón
Acerté de lleno eligiendo Diseño Gráfico en la facultad de BB.AA de la UPV. Coexistir con animales me hace sentir viva, por eso Artimalia se ha convertido en mi proyecto mimado y doblemente gustoso porque me ha permitido explorarlo y fusionarlo con mi profesión. Fue en 2010 cuando surgió ese primer apunte rápido sobre Artimalia sin imaginar hacia dónde nos llevaría… Hoy me siento muy honrada de compartir con todos los colaboradores estas horas de dedicación sincera que han hecho que aquella primera idea casi desdibujada se transforme en este proyecto compacto y emocionante. Y lo que vendrá.
En otra vida sería… un vencejo, porque apenas necesita aterrizar.
Sergio Navarro
Dicen de mí que soy un ‘informático sensible’ porque me preocupo por el kerning, el tracking, el padding, el color y las tipografías. Sé distinguir la Arial de la Helvetica. Soy de naturaleza lógica y analítica y disfruto interpretando datos estadísticos. Me gustan las cosas bien hechas y siempre procuro un código limpio y ‘aseado’ para mis trabajos web. Amante de la fotografía, la música y los Gifs animados. Mi tiempo libre se lo dedico al proyecto Artimalia y a remar en piragua; ahora estoy deseando cambiar el río por el mar.
En otra vida sería… Súper Ratón.